Gesto común- Misión de intercambio Argentina-Miami
Pop up de artistas emergentes argentinos en Pinta Miami
Curaduría Andrei Fernández
Noviembre 2021

¿Podemos cambiar desde las formas la experiencia de vivir?

 

             Los lazos de pertenencia y configuraciones de identidad son de alguna manera “pactos” que hacemos con quiénes nos rodean, con quiénes nos miran. Pero también definimos nuestro comportamiento e imagen por imposiciones y mandatos que regulan nuestras formas de de movernos, de mostrarnos.

             Todas las veces que nos propusimos desde nuestros cuerpos/territorios pensar y practicar lo social, lo técnico, lo político ¿de qué forma nos acercamos a lo que entendemos como “otro”?

 

             ¿Por qué nos parecemos tanto a lo que nos es ajeno?

 

             Evi Tartari busca capturar algo que conoce, pero que está lejos. Investiga con el movimiento cómo acercarse a otros tiempos y a otros cuerpos que siente parte de su memoria y de los mandatos de los que intenta desprenderse. Explora la plasticidad de algunos materiales que la rodean, y en un arrebato borra la distancia, toda la distancia. De repente todo está encimado, superpuesto, se diluyen los contornos, las fronteras.

             A partir de revisar cómo se retrató a las mujeres en el principio de la invasión de nuestro continente, tratadas como objetos de estudio, como formas “exóticas” en un proceso de apropiación y desfiguración de territorios, Evi busca comprender cómo mostrarse a sí misma, cómo capturar su imagen habitando otras pieles, explorando otras siluetas.                            Posa sin testigos, realiza un montaje con archivos que hilvanan su imaginario como mujer y como artista. Entonces sucede: ella desaparece. Su propia imagen es ahora un fantasma sobre otras imágenes.

            

             ¿Cómo descolonizar nuestra propia imaginación?

 

             Recuerdo versos de Vito Apüshana: Si llegas a nuestra tierra,/con tu vida desnuda, /seremos un poco más felices y buscaremos/agua/para esta sed de vida, interminable. Y también: Amamos siempre a orillas de la sed. Morimos como si siguiéramos vivos. Comprendo esta búsqueda que lleva a Evi a transparentarse y detenerse en las marcas del tiempo presentes en las piedras, en el sonido del río, como esa sed de vida compartida dentro de una huella ancestral de la que aún brotan sangre y lágrimas.

             Este andar inicia desde una colección de imágenes que ella ha heredado, que ha aprendido. Imágenes que han configurado su comportamiento y que a la vez son testimonios silenciosos de la invasión, la transformación y grito de la presencia de los pueblos originarios de estos territorios.

 

             ¿Cómo sostenemos nuestros contornos?

 

             En la serie “Gesto común” hay sobreexposiciones, veladuras y sombras de la que emergen figuras familiares y extrañas. Hay una invitación a hacer preguntas ante los silencios, ante la observación de nuestros propios movimientos, que se presenta como una construcción precaria, provisoria, sostenida con tensiones que investigan materiales, luminosidades y el ritmo de un latido vital.

             Esta es una exposición de pliegues, de fantasmas a los que, extrañamente (?), no les tememos. Es un ensayo que trata de borrar, copiar, recrear, explorar para comprender cómo son las formas del territorio que habitamos, qué nos hace reconocernos como parte de una comunidad, de una tribu. Y en esta situación poder ver con asombro qué muestran nuestras prácticas artísticas de nuestra imaginación política.

            

Andrei Fernández